Que es el miedo? Miedo es estar en Bogotá a unos 20 mil kilometros de tu hogar y que un medico te diga que podría ser necesario amputar tu mano derecha.
Es el día 21 de Mayo, en Chile se celebran las Glorias Navales, homenaje a Arturo Prat y su pandilla por su valentía y bla bla bla, y toda esa sarta de estupideces que nos enseñan en la escuela...yo, la Gaby y mis amigos en Bogotá alojandonos una noche en un hotel de mala muerte, que quizás algún día fue un prestigioso y lujoso hotel capitalino, a solo cuadras del palacio de gobierno y la alcaldía, pero que hoy se sostiene a duras penas, quizás solo con el recuerdo de un pasado mejor. Son eso de las 11 de la noche, me dispongo a lavar mis dientes y otras partes de mi hermosa anatomía, cuando de repente se viene abajo el lavamanos, donde en un acto reflejo para que no explotara en el suelo en mil pedazos, intento agarrarlo, cortando y golpeando el dedo mas pequeño de mi mano derecha (meñique?). La sangre roja y caliente corre por mi dedo mientras el lavamanos con un fuerte estruendo se despide para siempre de su vida util esparcido en el sucio suelo del baño compartido del hotel. Habiamos llegado hace pocas horas a Bogotá Distrito Capital, y de esta forma era recibido, con un pequeño accidente y con una improvisada curación (ayudado de mi amiga Ely), me acosté, terminé la historia en mi cabeza y me dispuse a dormir.
Ayer ya instalados en nuestro nuevo "hogar", y mientras todos dormían, yo estaba despierto, con fiebre, mi ropa estaba mojada, y un intenso, de verdad que muy intenso dolor, me recorría toda la mano derecha, ni un ibuprofeno ni un analgesico ayudaban a esas horas de la madrugada, casi imposible conciliar el sueño, lograndolo solo después de varias vueltas retorciendome por el dolor.
Esta mañana ya "era demasiado tarde", al menos así me lo hizo saber un doctor en algo así como un SAPU (o Samu? Me entró la duda), luego de haber visitado un par de hospitales y clinicas buscando la mejor relación precio/calidad y poder evidenciar también lo caro que me saldría la gracia. (no olviden que la salud es un negocio, en Colombia también). Sin arrugarse, con cero escrupulo, sin en mas minimo tino, y frente a la Gaby nos señala, "se debe hospitalizar de inmediato, porque tiene una infección y va a perder la mano"...la mano? Si wn, la mano!!! Por que no el dedo chico o mejor aun una falange, sino que la mano!!
No niego que varias veces me lo imaginé, perder un dedo o la mano, pero como un heroe, haciendo montañismo o escalada, en los Himalayas, por una congelación o por una caida, pero el muy hijo de puta me estaba quitando la mano por un simple corte provocado por una pelea con el lavamano, de un tetrico hotel.
Había sentido miedo cuando tenía 18 años por un agudo dolor de riñón que mas tarde sabría era un calculo. En aquella epoca un muy buen amigo de la vida tenía que dialisarse un par de veces a la semana por una insuficiencia renal, no dejaba de imaginar que yo podría tener tan cruel destino, al igual que mi partner. También sentí miedo, mucho miedo, cuando vi a mi padre internarse en el hospital, un mes antes de dejarnos para siempre, no podía imaginar una vida sin mi viejo, ese que con tanta melancolía recuerdo. Y hoy volví a tener esa puta sensación, a mis 32 años, aquí en el hospital Simón Bolivar de Bogotá, desde donde les escribo, aquí acompañado de un indigente que intenta dormir en el suelo revolcandose por un dolor abdominal, también por 2 cabros de unos 20 o 25 años de edad, sentados a mi lado derecho, ambos con las caras destrozadas, seguramente por una riña donde probablemente tocaron la peor parte, por don Jaime, o José, que me hablaba sobre la dictadura chilena y venezolana, con mucha dificultad esperando una cirugía maxilofacial (que dolor!), y por las palabras de ese doctor, "amputar la mano", que no puedo sacar de mi cabeza aun.
Miedo? A esta hora creo ya se fue, pero me ha dejado la pena, la angustia y un par de ojos al borde de las lagrimas por el torbellino de emociones, me acaban de poner el antibiotico junto a la weita del suero, el que he estado esperando toda la tarde, en un hospital colmado de personas esperando atención medica, repletando los pasillos en improvisados puntos de atención, con llantos, sangre, gente desnuda siendo atendida frente a a todos sin ningún prejuicio, o siemplemente haciendo sus necesidades escondidos en un rincón, quizás para que la verguenza y la dignidad no se encuentren de frente, no muy alejada de la realidad de nuestros hospitales publicos.
El doctor de turno me acaba de atender, me dice que le pida a alguna enfermera que me haga una curación, que con el antibiotico que acaba de bajar hacia mis venas estaría mejor, mientras el me hace la receta, que seguramente será con el mismo antibiotico pero para ser administrado de forma oral en la comodidad de mi "hogar" de turno. Aquí seguiré algunos minutos mas (u horas), ya con mas tranquilidad, esperando que esta terrible pesadilla acabe luego, esperando la curación, y que mi dedo vuelva a parecer, un dedo. Luego viene la otra pesadilla, la cuenta del hospital, pero eso ya es otra historia.
Un abrazo, estaré bien, seguiré al pie de la letra el tema de las curaciones y el uso del antibiotico, definitivamente no quiero perder ni un dedo ni una mano...Os amo! ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario